La llegada del año nuevo es tiempo propicio para asumir metas de salud física y espiritual

La llegada del año nuevo es época propicia para la Proposición personal de nuevas metas y la reformulación de algunas que estamos en proceso de alcanzar.
   
Lo más importante a tomar en cuenta: es positivo para la salud física, mental  y espiritual tener  un plan de vida y no una aproximación fragmentaria de prioridades, respecto de los objetivos profesionales y personales que deseamos.
   
Cuando se edifica una casa, deben tomarse en cuenta todos los pasos del proceso antes de empezar la construcción. De lo contrario,  podrían haber equivocaciones, instalar primero la puerta de la cocina para des cubrir luego que la nevera no pasa por ella. De igual modo, sus planes de salud pueden ser abordados como un todo en lugar de fragmentariamente. Sus posibilidades de seguir  a un plan de mejoramiento de la salud integral (comer sano, hacer ejercicio regularmente, volver a estudiar, compartir más tiempo con sus amigos y amigas, mejorar en la práctica de un deporte, dedicar más tiempo a cultivar su vida espiritual asistiendo a los oficios de su fe etc.) son mayores si se tiene un plan general, y no exclusivo de en cuanto tareas concretas) Dicho de otro modo, piense en las cosas que mejorarían su salud, y como una se relaciona con otra. La utilidad de un plan global de salud, formulado en base a metas sencillas, claras y alcanzables ha sido demostrado en el centro de investigaciones Dana Farber de E. U.
Un componente importante de la buena salud encuentra frecuentemente su centro en  la calidad de las relaciones humanas,  al empezar el año nuevo generalmente nos planteamos metas relacionadas con el éxito, la conservación de la salud, hacer ejercicios y tener una dieta saludable, sacar la nota más alta de la clase en un examen,  esclarecer y organizar las prioridades financieras. Todos _estos aspectos responden a la satisfacción de necesidades humanas muy naturales e inherentes al hecho de vivir.

Al respecto  Maslow planteó la existencia de una jerarquía de necesidades muy humanas que se suelen representar en un triángulo como sigue:

a) En la base del triángulo están nuestras necesidades fisiológicas básicas de alimentos, agua y sueño. Estas necesidades dirigen nuestro comportamiento hasta que son satisfechas.

b) En el siguiente nivel está nuestra necesidad de seguridad. Todos los seres humanos necesitan protección y refugio.-c) La necesidad de amar y de sentir que pertenecemos, ocupa el siguiente nivel. d) El cuarto nivel de necesidades lo ocupa la autoestima. Todos necesitamos  sentir que somos valiosos como personas. e) El nivel superior del triángulo lo ocupa la autorealización, o sea el pleno desarrollo de nuestras potencialidades humanas distintivas.     Quienes alcanzan la parte superior del triángulo viven una experiencia cumbre, un sentimiento que les indica que han llegado a un alto nivel de motivación".
  
¿Cuáles son las características esenciales de las personas que sienten y se ven saludables?
   
Con mucha frecuencia las personas tienen el imperativo de realizar actividades para las que no se sienten muy motivadas, o que no disfrutan especialmente, se dice que el mejor gozo de la vida es el que persigue el cuidado y alimento del cuerpo, la mente y el alma. Es importante plantearnos metas dirigidas al ámbito de todas nuestras necesidades, tanto físicas y materiales, como emocionales, afectivas, y espirituales, y aunque el mundo moderno  insiste más en la parte física, la salud es un ámbito multifacético que incluye varios aspectos. Cultive sus amistades,  valore y ame su familia.

“La afirmación de la vida, felicidad, y libertad propios, está arraigada a la propia capacidad de amar. La persona egoísta sólo se interesa por sí misma, desea todo para sí misma, no siente placer en dar. La persona egoísta no se ama demasiado, sino muy poco. Tal falta de cariño y cuidado por sí mismo , no es sino la expresión de su falta de crecimiento interior y  productividad, que lo deja vacío y frustrado. En verdad que las personas egoístas _son incapaces de amar a los demás, pero tampoco pueden amarse a sí mismas.
   
Aprender a amar es aprender a cultivar la amistad, la forma correcta de vivir incluye la interrelación sincera con los demás y el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento, con respecto a cualquier otro ser humano y el deseo de promover su vida. De igual modo, el amor fraternal que incluye el sentido de la amistad y la solidaridad humana se reconoce como uno de los maravillosos valores del amor.